Jueves, 20 de marzo de 2.003
Me he levantado muy muy tarde porque anoche me tiré hasta las 4 
de la mañana con Patricia 
por la webcam. Es muy gracioso porque nos ponemos la webcam para mirarnos a 
nosotros mismos, es decir, yo me miro a mí y Patricia 
se mira a ella. En todo ese tiempo también estaba conectado a IRC y un chico me 
dijo que si le dejaba verme, que me mandaba una foto y blablabla, y yo le dejé, 
porque si sólo dejo a Patricia 
verme por la webcam, pues no tiene sentido tener una webcam. Me mandó la foto y 
bueno, no estaba mal, pero luego hablando descubrí que era un chacho de mucho 
cuidado, de esos que llevan pantalones ajustados, camisas arrugadas y frecuentan 
el Pasadroga, así que decidí cortarle, porque para ligar con un tío así no 
necesito webcam, sólo necesito quedarme un rato en la esquina del Nike y alguno 
cae fijo. También hice con Patricia 
un concurso de pollas, que consiste en meternos en Eyeball, que es un chat con 
webcams, contar hasta tres y ver quién es el primero que consigue que alguien le 
enseñe la polla. Es muy divertido, aunque no lo parezca, y se tarda menos de lo 
que podáis imaginar, normalmente no tardamos ni un minuto. Eran las tres de la 
mañana, había estallado la guerra, y yo estaba haciendo un concurso de pollas en 
el Eyeball. Los bombardeos americanos siempre me pillan en el lugar más 
inesperado: el de Afganistán me pilló en el bingo y el de Irak me ha pillado en 
pleno concurso de pollas.
Nada más levantarme decidí que quería ver Grease, así que me la 
puse. Comí, y seguí viendo Grease. Y llegó mi hermana contandome lo de la 
guerra, que yo ni me había enterado de que había empezado, pero seguí viendo 
Grease, porque no me apetecía nada ver los especiales informativos que suelen 
poner cuando ocurren estos acontecimientos. Me duché y decidí vestirme de 
reservista, porque si al gobierno le da por mandar hombres al campo de batalla 
yo puedo ser uno de ellos, aunque no haya hecho la mili, así que me puse las 
botas militares y la camiseta de Zortex con los galones y todo, no vaya a ser 
que me llamen para salir corriendo hacia Irak y me pillen con una camisa y unos 
zapatos, tengo que estar preparado.
Me fui a currar y me lo pasé muy bien. Primero viendo a la 
policía que estaba enfrente del videoclub parando coches y multando a to cristo, 
y yo como buen cotillo que soy pues me tiré dos horas en la ventana viendo como 
la policía hacía su trabajo (ejem). Después vinieron Carmen y Patricia 
a verme porque habían estado en la pelu de mi hermana. Carmen está fatal. Hace 
de conejilla de indias probando medicamentos y estaba muy eufórica ayer, porque 
ahora está probando unos antidepresivos, y debe ser por eso. El caso es que la 
tía no para de preguntar "¿y por qué haces eso?, ¿y por qué haces lo otro?", de 
saludar a todo el mundo, de aprenderse las promociones, vamos, que si se 
descuida la doy un polo azul y la pongo detrás del mostrador. Nos comimos una 
pizza y se fueron. Cuando ya cerramos el videoclub nos fuimos al Karaoke porque 
era el cumpleaños de un compañero, y nos lo pasamos de puta madre, o por lo 
menos yo. A ver, canté "Marta tiene un marcapasos", "Twist and shout", "Chanel, 
cocaína y Don Perignon", "A quién le importa", "El imperio contraataca" y como 
colofón final subimos todos a cantar "Europe's living a celebration", que es un 
temazo pero que en versión karaoke pierde mucho, porque la han ralentizado y 
queda muy sosa.
Cuando llegué a mi casa mi madre me dijo "Vamos, ya es hora, que 
llevo despierta desde las 5.30 a ver si venías. Hueles a vino". Me encanta 
cuando mi madre me dice "Hueles a vino", porque la tía no acierta ni una. Cuando 
no bebo me dice "Hueles a vino" y cuando llego dando tumbos por el pasillo no me 
dice nada. Yo creo que mi madre no sabe muy bien a qué huele el vino.