Thursday, February 13, 2003





Jueves, 13 de febrero de 2.003


Hoy me ha tocado madrugar, no quedaba otra. He ido a pillarme el
disfraz para la fiesta de mañana, que me iba a comprar un disfraz de Elvis
superchulo por sólo 12 euros en el Eroski, pero no lo tenían. Me sienta fatal
esto: te mandan un catálogo a casa con todas las ofertas, entre las que sólo
destaca el disfraz de Elvis, y cuando llegas a comprar ese disfraz resulta que
no lo tienen. Son unos putos estafadores.


Me he ido a currar y nada interesante. En seis horas no ha
entrado nadie al videoclub, solamente Thays, y no ha gastado dinero. Ha venido a
traerme el cd de Luis Miguelez, porque mañana lo tienen que pinchar éstas en
la fiesta. En esa fiesta tiene que sonar el "Fashion Victims" por
cojones. He llamado a Carmen y hemos estado hablando de disfraces, y menuda
desilusión. Al final todo el mundo se estaba rajando y nadie teníamos disfraz,
así que he prometido que me disfrazaría cueste lo que cueste.


Ya en casa me he dado una sesión de telebasura y he hablado con
Patricia un par de veces. En estas veces que hemos hablado por teléfono he
decidido mi disfraz para la fiesta: voy a ir de Angus John, el guitarra de
AC/DC, el que va vestido de corbata con pantalón corto. Así empiezo mi promesa
de verano, porque este verano voy a ir todos los días en pantalón corto. Me
voy a poner el traje de la School Disco y Patricia me presta la guitarra. Ala,
decidido, y tós p'alante.


He quedado para cenar con Marta y con Verónica, porque Vero ha
venido de Málaga a pasar unos días en Madrid. Nos hemos ido a la creperie del
Diversia, y que rico todo. Una crepe de champiñones frescos y queso de cabra
caliente y otra de manzana asada y chantilly de postre. Ahora estoy que creo que
voy a potar, pero sólo me ha costado 10 euros la cena, así que ha merecido la
pena. Mientras cenábamos hemos hablado de todo: futuro profesional, política
internacional y amor. Vero nos ha contado una historia muy bonita que tuvo con
un galés en Málaga, que duró sólo tres días, pero que se despidieron bajo
la lluvia diciéndose "I belive you". Posiblemente no se vuelvan a ver
en la vida, pero es lo bueno que tiene estas historias. Es como lo mío con
Tales: yo ahora creo que le quería, pero en el momento pues me parecía que no,
pero ahora me he dado cuenta de que sí, y probablemente no le vuelva a ver
más, pero por lo menos podré contárselo a mis nietos...


También hemos hablado de viajes al extranjero, porque resulta
que Rubén se fue a Australia sin papeles y le perseguía la policía, así que
tuvo que huir a Nueva Zelanda. A mí esas cosas me dan miedo, yo si me vuelvo a
ir fuera tiene que ser con puesto de trabajo y documentación en regla, que la
cosa está muy mal de los Pirineos para arriba.


Nos hemos despedido. A Vero tenemos que ir a verla un fin de
semana a Málaga, y con Marta he quedado para ir a su casa el sábado 22, porque
ha invitado a los de su facultad y va a ir Roberto, aka el Toweno, y yo ese
acontecimiento no me lo pierdo. Me voy a leer las Memorias de Pitita.






Wednesday, February 12, 2003



Miércoles, 12 de febrero de 2.003


Danger! Danger! High Voltage!


When we touch...


When we kiss...


Todo el día con las mismas canciones en la cabeza: ésta y la sintonía de
los Happy Tree Friends. Esto no puede seguir así.








Martes, 11 de febrero de 2.003


Hoy libraba y había quedado con Patricia a las 12 en el Vip's
de Sevilla para ir a mirar disfraces, así que he tenido que madrugar. Me he
levantado a las 10 y he desayunado un colacao con galletas, porque me apetecía,
y me he dado cuenta de que es uno de mis desayunos favoritos.


Como el centro está imposible para aparcar y Manzano no para de
animarnos a usar el transporte público, he dejado el coche en Ventas y me he
ido en metro. Al ver el precio que tiene el billete sencillo de metro me he
arrepentido de dejar el coche allí: 1 euro 10 céntimos, ni más ni menos. Me
parece una estafa. La próxima vez me llevo el coche y lo dejo en un parking,
que me cuesta 80 céntimos de euro cada media hora, mucho más económico y
sobre todo más cómodo. Aún así, el viaje en metro no me ha disgustado. He
ido leyendo las "Memorias de Pitita", porque el "No-Logo" ya
me lo he terminado, y la vida de esa mujer es fascinante. Apenas llevo 10
páginas y ya ha hecho la comunión dos veces, no me quiero ni imaginar cómo va
a seguir desarrollándose la historia de su vida...


He tenido que esperar a Patricia, como siempre, pero esta vez
han sido sólo 5 minutillos, y nos hemos ido rumbo a nuestros disfraces. Ella
tenía que comprar una peluca y yo quería alquilar un disfraz entero, pero un
disfraz que estuviese supercurrado, que para eso lo alquilaba. En la tienda de
disfraces, ella ha encontrado su peluca y yo nada, pero me he ido con una
reclamación bajo el brazo porque no nos han querido aceptar la tarjeta por ser
una compra con importe menor a 12 euros, y eso está prohibido. Si cogen las
tarjetas, que las cojan con cualquier importe, no que anden haciendo
distinciones. Un poco de discusión con la dueña de la tienda y a otra cosa
mariposa. Hemos seguido mirando cosas, pero nada interesante, así que me he
comprado en el Rodilla unas cocretitas y un sandwich y nos hemos vuelto para
casa.


Ya en mi casa no sabía qué hacer, así que me he echado la
siesta. Pero a los 5 minutos de estar tumbado, ha sonado el teléfono. Era Marta
Paloma Barrio, de la cual no sabía nada desde poco después de Nochevieja. Pues
nada, hemos estado hablando y estaba de muy buen rollo. Yo le he contado cosas y
ella me ha contado cosas, como cualquier conversación de después de un mes. En
ese momento ha venido Thays a mi casa, a por los pantalones de esquiar que le
voy a dejar a su raspa, pero ha sido una visita fugaz, porque tenía que ir al
gimnasio o algo así. No me ha traído el disco de Luis Miguelez (seguro que
alguien que está leyendo este diario se estará preguntando si me ha traído el
disco), pues no. Me ha dicho que mañana me lo traía y hablábamos
tranquilamente, que hoy tenía prisa. Es que es un ejecutivo, y los ejecutivos
siempre van con traje y tienen prisa y van al gimnasio, como Thays.


Me he conectado a Internet para ver dibujitos de "Happy
Tree Friends", que me los enseñó Tales el domingo y me encantaron. Había
una postal de San Valentín, así que he aprovechado para enviársela a todo el
mundo y para que conozcan los dibujitos. Media hora después me he dado cuenta
de que no hubiesen necesitado la postal para conocer a los "Happy Tree
Friends" porque el AB de este mes ya los ha dedicado un reportaje. Nada,
por más que lo intento, el AB siempre va por delante mía. Jeje.


Me he sentado con mi madre a ver "Madrid Directo" y a
comer unos pistachos, porque "Madrid Directo" es uno de los pocos
programas que aún merece mis respetos. Después empezaba "Esta es mi
gente", y nos hemos quedado viéndolo, hasta el momento en que me he puesto
enfermo porque una niña llevaba a su amiga siniestra al programa para pedirle
que dejara de ser siniestra y que le empezaran a gustar los de Operación
Triunfo. La siniestra, claro, ha dicho que no y el presentado ha hecho un
"exorcismo" poniéndose a bailar el "Corazón latino"
alrededor de la siniestra. Ha quedado tan ridículo que espero que no lo echen
nunca más, ni en ningún zapping ni en ningún sitio. He decidido encender el
DVD y me he puesto "Cosas que diría con sólo mirarla", que tenía
ganas de verla. Me he aburrido y me estaba quedando dormido, así que la he
quitado para cenar y he visto "Un pasito p'alante", que me encanta.
Después de UPA no tenía ganas de seguir viendo la peli, así que me he ido a
acostar.


Ya en la cama no tenía ganas de leer. Había sido un día muy
duro: madrugón, compras y sesión televisiva, así que no podía seguir
cargando mi cabeza. He tenido una reflexión: el amor no se pide, se da. Y me ha
hecho pensar en muchas cosas. Yo creo que doy amor pero no lo exteriorizo como
debería, de hecho creo que a nadie le he dicho "Te quiero" ni nada de
eso, así que lo mismo los demás no saben que estoy dando amor, pero tampoco me
lo piden porque es algo que no se debe pedir, así que acaban dejándome. Bueno,
pues peor para ellos.






Monday, February 10, 2003



Domingo, 9 de febrero de 2.003


Me he levantado a la 1.30 y con sed, claro. Después de lo que
bebí anoche, como para no levantarme con sed. No entiendo por qué el alcohol
deshidrata, si tiene agua y es líquido. No he desayunado porque si no luego no
iba a comer, aunque hambre tenía, ya lo creo que si tenía.


Enseguida han llegado mi abuela, mi hermana Paloma, su marido y
Álvaro, mi sobrino. Mi abuela cada vez cochea más y mi sobrino cada vez está
más rico y espabilado, y menos malo. Hemos comido ragout de ternera, lo cual me
ha descolocado un poco, porque es comida de día de diario. Mi madre está que
no hay quien la entienda: un sábado pone paella, que es comida de domingo, y un
domingo pone ragout, que es comida de día de diario. A lo mejor nos sorprende
el miércoles y nos pone de comer un cóctel de gambas y unos huevos rellenos de
caviar y mostaza de kiwi, quién sabe. Durante la comida hemos hablado de lo mal
que está la educación, porque Álvaro va a ir al colegio el año que viene, y
a mi hermana no le hace gracia llevarle a ningún colegio porque dice que son
todos una estafa.


Se han ido a las 5.30 y yo he aprovechado para ir al videoclub y
cogerme una peli. He cogido "Los Tenembaus", que tenía ganas de
verla, pero mientras la estaba viendo me he quedado dormido porque estaba muy
cansado. Me he despertado a las 8 y me he metido en la ducha, porque había
quedado con  Tales para cenar y se habían apuntado Patricia, Carmen, Ivan
y Osama. Habíamos quedado en el Vip's de Sevilla a las 9.30, pero he llegado a
las 9.15 porque he aparcado a la primera. Odio los domingos, si por mí fuera
los quitaría de la semana, pero tienen su lado bueno también, y es que se
puede aparcar en el centro sin problemas.


Me he pedido una de las nuevas especialidades: hamburguesa con
chili con carne y queso. Deliciosa. De picar, croquetas (o cocretas) y aros de
cebolla, y de postre un Mont Blanc. Casi me tienen que sacar del Vip's rodando.
Durante la comida hemos hablado de todo: cine, No-Logo, Singapur, hackers
informáticos, disfraces y Nacho. No sabíamos si salir o no, pero al final
hemos decidido irnos a dar una vuelta por Malasaña y meternos en algún garito.
Por casualidades del destino, no hemos acabado en Malasaña, sino en Chueca, en
el Gris. Había gente, pero había poca gente y la música era un rollo. Techno-Lounge
de ese que ponen en los chill outs, vamos, que no animaba nada. Diez minutos
después, hemos decidido irnos a casa.


Cada uno se ha ido a su casa menos yo, que me he ido a la de
Tales. Joder, menudo pisazo que está dejando en Madrid, yo con un piso así no
me iba a Singapur ni de coña. Está en la calle la Palma, tiene 3 habitaciones,
un salón de puta madre con mesa de mezclas y bola de espejos, una cocina enorme
y cuarto de baño, ¡y sólo cuesta 600 euros al mes!. Una pena que ya esté
ocupado. Hemos hecho cosas que no se pueden contar en Internet, a no ser que
paguen por ello, claro, y luego me ha enseñado fotos de Brasil. Me he quedado
un poco flipado porque los brasileños parecen europeos, nada que ver con
Roberto Carlos o Ronaldo. Vamos, que eran fotos de Brasil pero podían ser
perfectamente de Luxemburgo, porque no había ni un mulato a la vista. También
fotos de Nueva York y de Singapur. Ai, me ha enseñado un vídeo que grabó en
el Luxx de N.Y. y era la caña: de fondo se oía "Frank Sinatra" y no
se veía nada porque estaba hecho con una cámara de fotos digital y sin foco,
pero se veía una chaqueta de luces en movimiento que me ha encantado. Era como
el vídeo de "Around the World" pero en real, una tia loca bailando a
Miss Kittin con una cazadora de luces. Tengo que ir a ese sitio. También me ha
enseñado su
web
, y me he quedao toloco porque ha ganado premios internacionales y hasta
ha diseñado la agenda personal del presidente de Brasil. Este chico es un
crack.



Nos hemos despedido. Hasta tus próximas
vacaciones. Vuelta a Alcobendas y a dormir.






Sunday, February 09, 2003



Sábado, 8 de febrero de 2.003


Uno de los pocos fines de semana que libro (sólo dos al mes),
así que voy a aprovechar a hacer cosas. Me he levantado a las 12.30 y he
intentado limpiar mi habitación, pero no he podido. Me he puesto el cd que
grabó Patricia para el cumpleaños de Meri pero que se quedó en el bolsillo de
mi cazadora y es que claro, con esos temazos uno no puede ponerse a limpiar,
sólo puede bailar y bailar. Alma-X, Blondie, el "Maniac" Flashdance,
Jeans Team, Salt n Pepa VS The Stooges, Fidget, McNamara, Les Freres Checkolade,
Chico y Chica, Technotronic, Alaska y Dinarama, Comunards (estos no me gustan,
así que esta canción no la he bailado), Radio Futura, Ural 13 Diktators, Video,
Chumbawamba o como se escriba, Meteosat, Missy Elliot, The White Stripes y
Astrud. Pues eso, que haber quién es el guapo que aguanta esto y no mueve un
pie, que venga y me lo diga.


Cuando ha acabado el cd y aprovechando que la comida aún no
estaba lista, me he ido al Decathlon porque me quería comprar una camiseta roja
lisa y no la encontraba por ningún sitio. Como bien me informó mi hermana
pequeña, que sabe en qué lugar venden cualquier cosa que te puedas imaginar,
allí las tenían, y muy bien de precio. Me ha costado sólo 3 euros. Lo mejor
es que hay camisetas de todos los colores, así que supongo que me compraré
más a menudo camisetas a 3 euros en el Decathlon. Además, el Decathlon me ha
encantado, porque es el lugar donde más se diferencian las clases sociales que
he visto en mi vida. Esta diferenciación de clases sociales está en las
secciones. Por ejemplo, te pasas por la sección de chándals, zapatillas y
balones de fútbol y está lleno de macarras y madres equipando a los niños
para el cole, y además hay un griterío que no te puedes ni imaginar, todos
hablando a voces. Te pasas por la sección de raquetas y esquís y ya la cosa
cambia, a la gente se la ve con más clase y ya no gritan tanto. Pero es que vas
por la sección de hípica o golf y ya no te quiero ni contar, van todos con
vaqueros Armani, te piden perdon si te cruzas delante de ellos mientras miran
una estantería (cuando el que debería pedir perdón eres tú), y no se oye ni
una voz. Me encanta.


He comido paella. Yo quería chipirones con arroz, pero no
había chipirones en el mercado y ha tocado paella. La paella es una comida de
domingo, y me descoloca mucho verla en la mesa un sábado. Mi madre hace la
paella muy rica, así que la de hoy también estaba muy rica.


Después de comer me he ido con mi hermana Esther y Ramón,
claro, no voy a ir a algún sitio con mi hermana Esther y sin Ramón, al
MediaMarkt a ver si le compraba el regalo a Rocío, que celebraba su
cumpleaños. El MediaMarkt está situado en un complejo comercial con Ikea,
Carrefour, Leroy Merlín y miles de sitios más, así que estaba abarrotado. No
puedo entender cómo la gente viene a renovar su casa o a hacer la compra un
sábado a la hora de comer, con lo bien que se está viendo un telefilm o
durmiendo la siesta. Pero claro, ellos dirán lo mismo de mí, así que no tengo
derecho a criticarlos. Por fin he comprado a Rocío una expansión de los Sims,
porque ella está tan viciada con el jueguecito como yo. Los Sims de Vacaciones,
una de las mejores. Yo no podía irme del MediaMarkt sin comprarme algo para
mí, así que me he pillado el single de "On the radio" de Jay Jay
Johanson, que además estaba a 2 euros.


Ya en casa, un poco de No-Logo y un poco de siesta, bueno, un
bastante de siesta, desde las 6 hasta las 9. Me he levantado de la siesta con
hambre, así que me he hecho una ensalada para cenar. He cocido pasta, he
abierto un bote de piña en almibar, he cortado jamón de york y queso, maíz y
salsa rosa. Para chuparse los dedos.


Me he duchado y me he vestido para salir por ahí, que había
quedado con los de Telepizza y venía Jordi, así que era mi oportunidad. He
decidido ponerme la camiseta roja que me he comprado para ir con la seguridad
que da estrenar una prenda a atacar a Jordi, los Type-1 y la corbata negra de mi
madre. Me ha gustado tanto mi modelito que me he hecho unas fotos. He ido a
buscar a Carol y Óscar y nos hemos ido a tomar una cerveza a una cervecería,
donde nos han puesto un pincho de atún. Odio el atún, últimamente todo viene
con atún, y le he cogido manía, así que le he pedido al barman unos "alcahueses",
me ha mirado con cara rara y me los ha puesto.


Después de recoger a todo el mundo, hemos ido a un centro
comercial de Alcobendas, bueno, que antes era un centro comercial pero ahora las
tiendas se han convertido en bares de copas, lo más grande. Entramos en el
primer bar, pedimos y noto que me vibra el móvil: número desconocido. Salgo al
pasillo y... ¡ERA TALES! No daba crédito, ya le daba por perdido. Se acababa
de despertar porque estaba descolocado con el Jet Lag, llegó a las 2 de la
mañana de Brasil y me llamaba desde el móvil de una amiga porque el suyo no
tenía saldo y no lo iba a recargar. ¿Y por qué no lo vas a recargar?,
pregunto yo tan ingenuo. "Pues porque he hablado con mi jefe y me trasladan
a la sede de Singapur, me voy el martes ya. He venido sólo a por mis cosas, y
te llamaba para ver si podíamos quedar mañana para vernos, cenar, y
despedirnos." Joder, ¡a Singapur!. ¿Es que no pueden tener la sede más
cerca?. Esto no puede ser; me echo un novio brasileño, a los 10 días de
conocerle se va a Brasil de vacaciones un mes, a los diez días de estar en
Brasil no vuelvo a tener noticias de él y, cuando ya le daba por desaparecido,
me llama para decirme que se va a Singapur en tres días. ¿Por qué me tienen
que pasar a mí estas cosas? ¿Es el castigo que estoy pagando por no entrar en
la iglesia el día de la boda de mi primo José Luis? Me ha dado todo el bajón,
claro, pero lo he superado con un poco de alcohol. He estado bebiendo de bar en
bar por todo el centro comercial, y pidiendo a todos y cada uno de los Djs el
"Blind Love" de Ural 13 Diktators, pero ninguno sabía ni lo que era.
En su defecto, todos me han puesto a Eminem, que me ha animado un poco. Me voy a
hacer la camiseta que me inspiró Nacho, la de "Hate Jesus, Love Eminem".
El "Without you" me ha animado mogollón, pero me he olvidado por
completo de atacar a Jordi con lo de Singapur y todo el alcohol. A eso de las 5
viene y me dice: "Chema, que me voy. Apúntate mi móvil y llámame un día
para tomar algo". Bien, al final he triunfado, lo sabía, sabía que no
todo podía ser malo. Apunté su móvil y nos fuimos todos a una discoteca que
tenía muy mala pinta, porque sonaba Ricky Martin en el interior. Menos mal que
al llegar a la puerta el portero me ha dicho que no podía entrar con
zapatillas, así que me las he quitado, y va el tío y me dice todo lleno de
razones "Ahora sí que no entras, por listillo". Lo he flipado, porque
si me dice que no puedo entrar con zapatillas y me las quito, pues debería
dejarme entrar, ¿o no?. Pues nada, yo le he dicho "¿Con calcetines
tampoco?", y él ha contestado, "No, tampoco", así que le he
dicho "Pues no te creas que voy a entrar descalzo, porque paso de mancharme
los pies en vuestro sucio local". Y me he ido, indignado, pero con la
cabeza bien alta.


Esta gente ha ido a otra discoteca, pero yo me he ido a dormir,
porque no tenía ganas de discutir con más porteros de discoteca.