Sábado, 8 de febrero de 2.003
Uno de los pocos fines de semana que libro (sólo dos al mes),
así que voy a aprovechar a hacer cosas. Me he levantado a las 12.30 y he
intentado limpiar mi habitación, pero no he podido. Me he puesto el cd que
grabó Patricia para el cumpleaños de Meri pero que se quedó en el bolsillo de
mi cazadora y es que claro, con esos temazos uno no puede ponerse a limpiar,
sólo puede bailar y bailar. Alma-X, Blondie, el "Maniac" Flashdance,
Jeans Team, Salt n Pepa VS The Stooges, Fidget, McNamara, Les Freres Checkolade,
Chico y Chica, Technotronic, Alaska y Dinarama, Comunards (estos no me gustan,
así que esta canción no la he bailado), Radio Futura, Ural 13 Diktators, Video,
Chumbawamba o como se escriba, Meteosat, Missy Elliot, The White Stripes y
Astrud. Pues eso, que haber quién es el guapo que aguanta esto y no mueve un
pie, que venga y me lo diga.
Cuando ha acabado el cd y aprovechando que la comida aún no
estaba lista, me he ido al Decathlon porque me quería comprar una camiseta roja
lisa y no la encontraba por ningún sitio. Como bien me informó mi hermana
pequeña, que sabe en qué lugar venden cualquier cosa que te puedas imaginar,
allí las tenían, y muy bien de precio. Me ha costado sólo 3 euros. Lo mejor
es que hay camisetas de todos los colores, así que supongo que me compraré
más a menudo camisetas a 3 euros en el Decathlon. Además, el Decathlon me ha
encantado, porque es el lugar donde más se diferencian las clases sociales que
he visto en mi vida. Esta diferenciación de clases sociales está en las
secciones. Por ejemplo, te pasas por la sección de chándals, zapatillas y
balones de fútbol y está lleno de macarras y madres equipando a los niños
para el cole, y además hay un griterío que no te puedes ni imaginar, todos
hablando a voces. Te pasas por la sección de raquetas y esquís y ya la cosa
cambia, a la gente se la ve con más clase y ya no gritan tanto. Pero es que vas
por la sección de hípica o golf y ya no te quiero ni contar, van todos con
vaqueros Armani, te piden perdon si te cruzas delante de ellos mientras miran
una estantería (cuando el que debería pedir perdón eres tú), y no se oye ni
una voz. Me encanta.
He comido paella. Yo quería chipirones con arroz, pero no
había chipirones en el mercado y ha tocado paella. La paella es una comida de
domingo, y me descoloca mucho verla en la mesa un sábado. Mi madre hace la
paella muy rica, así que la de hoy también estaba muy rica.
Después de comer me he ido con mi hermana Esther y Ramón,
claro, no voy a ir a algún sitio con mi hermana Esther y sin Ramón, al
MediaMarkt a ver si le compraba el regalo a Rocío, que celebraba su
cumpleaños. El MediaMarkt está situado en un complejo comercial con Ikea,
Carrefour, Leroy Merlín y miles de sitios más, así que estaba abarrotado. No
puedo entender cómo la gente viene a renovar su casa o a hacer la compra un
sábado a la hora de comer, con lo bien que se está viendo un telefilm o
durmiendo la siesta. Pero claro, ellos dirán lo mismo de mí, así que no tengo
derecho a criticarlos. Por fin he comprado a Rocío una expansión de los Sims,
porque ella está tan viciada con el jueguecito como yo. Los Sims de Vacaciones,
una de las mejores. Yo no podía irme del MediaMarkt sin comprarme algo para
mí, así que me he pillado el single de "On the radio" de Jay Jay
Johanson, que además estaba a 2 euros.
Ya en casa, un poco de No-Logo y un poco de siesta, bueno, un
bastante de siesta, desde las 6 hasta las 9. Me he levantado de la siesta con
hambre, así que me he hecho una ensalada para cenar. He cocido pasta, he
abierto un bote de piña en almibar, he cortado jamón de york y queso, maíz y
salsa rosa. Para chuparse los dedos.
Me he duchado y me he vestido para salir por ahí, que había
quedado con los de Telepizza y venía Jordi, así que era mi oportunidad. He
decidido ponerme la camiseta roja que me he comprado para ir con la seguridad
que da estrenar una prenda a atacar a Jordi, los Type-1 y la corbata negra de mi
madre. Me ha gustado tanto mi modelito que me he hecho unas fotos. He ido a
buscar a Carol y Óscar y nos hemos ido a tomar una cerveza a una cervecería,
donde nos han puesto un pincho de atún. Odio el atún, últimamente todo viene
con atún, y le he cogido manía, así que le he pedido al barman unos "alcahueses",
me ha mirado con cara rara y me los ha puesto.
Después de recoger a todo el mundo, hemos ido a un centro
comercial de Alcobendas, bueno, que antes era un centro comercial pero ahora las
tiendas se han convertido en bares de copas, lo más grande. Entramos en el
primer bar, pedimos y noto que me vibra el móvil: número desconocido. Salgo al
pasillo y... ¡ERA TALES! No daba crédito, ya le daba por perdido. Se acababa
de despertar porque estaba descolocado con el Jet Lag, llegó a las 2 de la
mañana de Brasil y me llamaba desde el móvil de una amiga porque el suyo no
tenía saldo y no lo iba a recargar. ¿Y por qué no lo vas a recargar?,
pregunto yo tan ingenuo. "Pues porque he hablado con mi jefe y me trasladan
a la sede de Singapur, me voy el martes ya. He venido sólo a por mis cosas, y
te llamaba para ver si podíamos quedar mañana para vernos, cenar, y
despedirnos." Joder, ¡a Singapur!. ¿Es que no pueden tener la sede más
cerca?. Esto no puede ser; me echo un novio brasileño, a los 10 días de
conocerle se va a Brasil de vacaciones un mes, a los diez días de estar en
Brasil no vuelvo a tener noticias de él y, cuando ya le daba por desaparecido,
me llama para decirme que se va a Singapur en tres días. ¿Por qué me tienen
que pasar a mí estas cosas? ¿Es el castigo que estoy pagando por no entrar en
la iglesia el día de la boda de mi primo José Luis? Me ha dado todo el bajón,
claro, pero lo he superado con un poco de alcohol. He estado bebiendo de bar en
bar por todo el centro comercial, y pidiendo a todos y cada uno de los Djs el
"Blind Love" de Ural 13 Diktators, pero ninguno sabía ni lo que era.
En su defecto, todos me han puesto a Eminem, que me ha animado un poco. Me voy a
hacer la camiseta que me inspiró Nacho, la de "Hate Jesus, Love Eminem".
El "Without you" me ha animado mogollón, pero me he olvidado por
completo de atacar a Jordi con lo de Singapur y todo el alcohol. A eso de las 5
viene y me dice: "Chema, que me voy. Apúntate mi móvil y llámame un día
para tomar algo". Bien, al final he triunfado, lo sabía, sabía que no
todo podía ser malo. Apunté su móvil y nos fuimos todos a una discoteca que
tenía muy mala pinta, porque sonaba Ricky Martin en el interior. Menos mal que
al llegar a la puerta el portero me ha dicho que no podía entrar con
zapatillas, así que me las he quitado, y va el tío y me dice todo lleno de
razones "Ahora sí que no entras, por listillo". Lo he flipado, porque
si me dice que no puedo entrar con zapatillas y me las quito, pues debería
dejarme entrar, ¿o no?. Pues nada, yo le he dicho "¿Con calcetines
tampoco?", y él ha contestado, "No, tampoco", así que le he
dicho "Pues no te creas que voy a entrar descalzo, porque paso de mancharme
los pies en vuestro sucio local". Y me he ido, indignado, pero con la
cabeza bien alta.
Esta gente ha ido a otra discoteca, pero yo me he ido a dormir,
porque no tenía ganas de discutir con más porteros de discoteca.